Cada vez más se oye hablar acerca del coaching, y se escucha hablar de la “moda del coaching”. Que ha ocurrido para que cada vez más personas se planteen algún cambio en sus vidas, ya sea a nivel personal, o nivel profesional o empresarial.
De pronto hay personas que en mitad de esta crisis que estamos soportando en los últimos años se empiezan a hacer preguntas como:
¿Qué es lo importante para mí?
¿Qué podría hacer diferente?
¿Qué objetivos o metas quiero lograr?
¿Cuáles son mis deseos, anhelos?
El coaching ha venido para ayudarte a responder a estas preguntas, para lograr que te pongas en marcha y facilitar que puedas trabajar con tus sueños y convertirlos en realidad. Aunque como se decía en una famosa serie de televisión “la fama cuesta”,y eso significa que hay que trabajar.
Y la verdad sea dicha, a veces no estamos tan dispuestos a trabajar por aquello que decimos que queremos conseguir o tener.
Y la verdad sea dicha, a veces no estamos tan dispuestos a trabajar por aquello que decimos que queremos conseguir o tener.
Algunas de las razones por las que el coaching es importante es porque:
· Ayuda a las personas a transitar por los tiempos de cambios convulsos en los que estamos de una manera más sencilla y adaptativa, haciendo que donde se vean problemas se puedan ver oportunidades, o al menos atisbos de oportunidades.
· Trabaja con el eje central de las personas, con sus creencias acerca de lo que puede o no puede hacer, con sus valores intrínsecos, y se centra en lo más importante que puede tener una persona, su compromiso de trabajar y luchar por lo que realmente quiere.
· El coaching te ayudará a aceptar que todos nos equivocamos, y que igualmente todo tiene arreglo “menos la muerte”. Es cuestión de aceptar la situación en la que estamos, fijar donde queremos llegar, y ponerse manos a la obra.
· El coaching se centra en las posibilidades y potencialidades del futuro y no en los errores pasados.
En esencia las personas llegan al coaching por una discrepancia fundamental entre lo que son y lo que les gustaría o desearían ser. A veces llegan al coaching cuando ya están “con el agua al cuello” o “desesperados” y buscan la receta mágica, que paradójicamente la llevan consigo, aunque no consigan verlo. El trabajo del coach es ese, ayudarles a “encontrar su verdad”.
Si tuviéramos que decir cuál es el denominador común que hace que una persona llegue al coaching, la respuesta es sencilla: NO ES FELIZ.
Saludos cordiales