Estoy trabajando en la oficina, con la ventana abierta, desde donde puedo ver un olivo y los rosales que hay en la plaza que de acceso a la oficina con el sonido de los "pajarillos" de fondo, concentrado en el trabajo.
De pronto empiezo a oír un jaleo en la calle, alguien que habla muy alto por teléfono, resulta molesto, no le presto atención, pero me distorsiona.
En ese molesto ruido de fondo, como si fuera una bronca, de pronto mi sistema, mi disco duro, mi mente, retira la atención del ordenador porque de fondo ha procesado la palabra ... ambulancia... acto seguido llevo la atención a la conversación y oigo a alguien pidiendo con ansiedad que "por favor manden una ambulancia urgente", como es lógico lo dejo todo, me asomo a la ventana y desde allí veo un hombre tendido en la plaza peatonal, me apresuro y salgo de la oficina para ayudar al vecino que atendía a la persona que se había caído, y que sangraba ostensiblemente por la cabeza apoyada en un charco de sangre importante.
Le pregunto si ha llamado al 061 y me dice que sí, le vuelvo a preguntar sobre que dirección le ha dado a la ambulancia y me doy cuenta de que está equivocado (lleva pocos días viviendo en la zona y es extranjero).
Llamo al 061 para notificar lo que ocurre y dar la dirección correcta, mientras, otro vecino atiende a la persona que se ha caído haciendo lo que se puede hacer en este caso, presionar sobre la herida. Yo me voy a la calle principal por donde pasa el tráfico para ponerme en un lugar visible donde pueda verme la ambulancia y facilitar la llegada y la consiguiente atención a esta persona.
En estos interminables 10 minutos largos, muy largos, mientras espero la ambulancia como si fuera a mí al que le fuese la vida en ello, me sorprendo pensando sobre lo que es la vida.
Es para alucinar, un minuto vives, y al otro puede que no.
Un tropiezo, en este caso literalmente un mal tropiezo, y todo puede acabar.
No es que me quiera poner trágico ni ser alarmante, -no es mi intención- pero es verdad, pasamos por la vida llenos de preocupaciones, que si el trabajo, que si la hipoteca, que si el negocio ... y en un plis plas, se acabó, o lo que es peor, te quedas postrado en una cama en coma, o vaya usted a saber.
Pues vaya. ¿Qué es la vida?
Son momentos buenos, momentos malos ... pues eso.
Lo que queda de tarde me la voy a tomar libre, y mañana será otro día ¿o no? Nunca se sabe.
Saludos cordiales
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