martes, 19 de junio de 2012

¿Cómo hemos podido ser tan estúpidos?

Esta famosa pregunta se la hizo John. F. Kennedy a sus asesores después de darse cuenta del fiasco que supuso invadir la Bahía de Cochinos en Cuba, y que se tradujo en un sonoro fracaso militar y político de USA.

Viendo el panorama en el que vivimos hoy me viene a la memoria de nuevo lo que dice la Psicología Social sobre el pensamiento grupal,  las interrelaciones de los seres humanos, y como la influencia de otras personas afecta a nuestra toma de decisiones.

 El pensamiento sistémico  refuerza la teoría de que todo está interconectado, y que más allá de la individualidad como seres humanos e indivisibles que somos, formamos parte de un sistema, un colectivo o grupo familiar, de trabajo, social, equipo deportivo, etc.


Nuestras decisiones, intenciones, y sobre todo nuestros hechos están encadenados a consecuencias, unas veces positivas y otras veces negativas.

Ahora bien, saliéndonos de teorías, lo que es cierto es que en nuestro día a día solemos oír de forma habitual aquello de, “cuatro ojos ven más que dos” o decidir por “unanimidad” o “mayoría” , entre otras cosas para salvaguardar la integridad a la hora de la toma de decisiones. De alguna manera, yo lo suelo comparar con “nadar y guardar la ropa”, ya que si algo sale mal en nuestra decisión, tendremos a quién recurrir para excusarnos, o justificarnos.

El pensamiento grupal hace que las personas integrantes de un grupo se vuelvan excesivamente optimistas, y que la gente que discrepe de la tónica general se le califique como “cenizos”, “gafes”, “críticos”, etc.

Algunas técnicas que pueden ayudarte a prevenir una catástrofe que te conduzca a la pregunta del inicio ¿Cómo hemos podido ser tan estúpidos?, y que pueden ayudarte a la hora de tomar una decisión pueden ser las siguientes:


  • Informar a los participantes de los riesgos y características de la toma de decisiones en grupo. 
  • Facilitar que el director o el líder del grupo se mantengan al margen de forma imparcial.
  • Facilitar que todas las personas puedan expresar libremente sus dudas y objeciones.
  • Escuchar todas las opiniones, las que son a favor y las contrarias.
  • Aprender a ponerse en el lugar de la otra persona...


Saludos cordiales

José Miguel Gil
Coach Profesional
Psicología en la Empresa 
Gerente de  COANCO 
Presidente de  ASESCO Asociación Española de Coaching


                                                                 

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