sábado, 26 de enero de 2013

Más vale pájaro en mano que ciento volando ... "sobre las creencias"


El refranero fuente de sabiduría popular está lleno de sentencias que se nos han colado en nuestra consciencia de forma inconsciente, hasta en muchos casos llegar a convertirse casi en mantras repetitivos que terminaron siendo creencias.

Un ejemplo sencillo de refrán popular que se nos ha colado en nuestro disco duro mental "casi sin querer" y que en ocasiones puede hacer que nos frenemos, limitemos o cuanto menos nos haga pensarnos las cosas dos veces es el refrán:

"Más vale pájaro en mano que ciento volando"

Imaginemos que somos una de esas personas que piensa esto.

Si tengo esto en mente y estoy pensando en montar o en emprender mi propio proyecto profesional o negocio, y para ello tengo que dejar mi trabajo en el que no me encuentro muy a gusto y tampoco gano mucho dinero, o crear mi propio puesto de trabajo si no lo tengo, me puedo encontrar con que me puedo sabotear, me pongo excusas, y/o me puedo justificar  pesando que al fin y al cabo "Más vale pájaro en mano que ciento volando".  Si a esto le sumamos el refrán de "Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" ... pues casi igual.

Si a esto le sumamos refranes del estilo de:

  • Mal de muchos, consuelo de tontos.
  • Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados.
  • Hombre prevenido vale por dos ...

Podemos entender porque a veces preferimos quedarnos "cómodamente instalados en nuestra incomodidad" y no movernos de aquello que nos incomoda o no nos gusta.

Enfrentarse a lo desconocido o nuevos retos genera incertidumbre, ansiedad, miedo ... y de ahí que cueste tanto cambiar.

Por supuesto no todos los cambios cuestan igual, pero algunos cuestan más que otros.
Esto es solo un ejemplo que clarifica como no somos consciente de cuantos frenos nos han puesto en nuestra vida para hacer muchas cosas.

"Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente"

Robert Bolt 


Las vivencias y los aprendizajes que vamos recibiendo desde la cuna marcan nuestra forma de ver el mundo, si piensas que hay "cosas" que crees que te limitan, te informo, y esa es la buena noticia, que las creencias limitantes se pueden cambiar, se pueden desmontar. Precisamente en Coaching trabajamos con aquellas "cositas" que pensamos que nos limitan, para justamente darles la vuelta y conseguir que se transformen en creencias potenciadoras.

Así pues, Para, Piensa y Actúa, sobre todo actúa.

Saludos cordiales


José Miguel Gil

Coach Profesional
Psicología en la Empresa 
Gerente de  COANCO 
Presidente de  ASESCO Asociación Española de Coaching
                                                                 

miércoles, 23 de enero de 2013

El regalo de un feedback ...

El 15 de enero escribía un Tweet donde citaba un proverbio hindú que dice:

“Con mis maestros he aprendido mucho, con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”


Curiosamente el 16 de enero recibía un correo electrónico, una comunicación espontánea dirigida a mi  compañera Lina Gil y un servidor.
Esta comunicación es de un alumno nuestro que terminó nuestro curso de Experto en Coaching Profesional Certificado en Málaga en abril del 2011. Tras pedirle permiso para hacerlo público, y dárnoslo, lo copio y pego aquí.

Dice así:

Un feedback para los dos ...

Tan solo os quiero dar un feedback, que creo que después de tanto tiempo ayudan más que en caliente, es decir, con el curso recién hecho o en proceso de terminarlo.

Aprendí con vosotros a controlar mis valores y a ser conscientes de ellos, aunque no recuerdo bien si era tomar conciencia o ser consciente ... debo de repasar los apuntes.

Este curso ha marcado un antes y un después en mi vida,  y cuanto más tiempo pasa más lo valoro.

Vuestro trabajo y vuestra ilusión depositada en ese grupo de amigos que quedan, o esa familia express que se creó con nuestras y vuestras experiencias merecieron la pena.

Para mí fue un gran sacrificio tanto económico como familiar, el desplazarme esos fines de semana de casi Murcia a Málaga  pero y lo que me quedó?. Yo lo llamo esencia, o como decía el rockero Rosendo: "Maneras de vivir".

Dentro de esas cositas que quedan, he aprendido a acompañarme de personas que me aportan cosas positivas, nada de prejuicios ni juicios.

Esas "gafas de ver" me han ayudado a quitarme de fumar, a realizar deporte, a disfrutar de mi familia.
Tan solo, conociendo los tiempos que corren, o como dicen en los bares de Cádiz: "PROHIBIDO HABLAR DE LA COSA" ... quiero daros mi apoyo y que lo hagáis saber, no sé si fue Coaching o comprensión, ser escuchado, el desahogarte, pero me disteis lo que realmente necesitaba.

Me planteé objetivos con intención de cumplirlos muy rápidamente, pero todo necesita su tiempo, y hoy puedo decir, que llevo las riendas de mi vida.

Gracias por "acompañarme", por enseñarme que yo también "Soy de Pueblo", y que hay momento en la vida, que no merece la pena ser "Políticamente Correcto"

                                                                                                                                        Carlos A.


A una mención de un alumno en Tweeter el 18 de enero, le respondía lo siguiente en otro Tweet:

Cómo siempre lo mejor de los cursos sois vosotros!! Un placer poder ayudaros a descubrir un mundo nuevo!!


Seguidor de la metodología o "filosofía" Kaizen y pensando que siempre se pueden hacer las cosas mejor, y siendo consciente de que las áreas de mejora no se acaban nunca, busco y buscamos a nivel personal y como empresa la retroalimentación o feedback, y más aún cuando somos exigentes en la búsqueda de la mejora, y cuando desde la humildad aceptamos que la única manera de mejorar es saber justamente que es lo que es necesario mejorar.

Desde aquí dar las ¡GRACIAS! en mayúsculas a todas las personas que me ayudan a crecer personal y profesionalmente, y que como empresa contribuyen a que sigamos aprendiendo, innovando y mejorando,  día a día ...

Saludos cordiales


José Miguel Gil

Coach Profesional
Psicología en la Empresa 
Gerente de  COANCO 
Presidente de  ASESCO Asociación Española de Coaching
                                                                 

martes, 15 de enero de 2013

¿Tú facilitas o complicas la vida a los demás?


"Algunos afirman que la humanidad se divide en dos tipos de personas: quienes están dispuestas a facilitarte la vida y quienes aspiran a complicártela"

Javier Fernández Aguado, Autor de El alma de las Organizaciones"

Hoy me pasaba algo parecido a esto, el estar en la "vida pública" que no es ni más ni menos que trabajar de cara al público, y tener que interactuar con personas con diferentes puntos de vista da lugar a que haya conflictos.

 ¡Y es normal!.

El conflicto forma parte de la vida, y de la interacción humana. El problema viene cuando alguien quiere tener razón "porque sí" y ni siquiera atiende a razones.

 Y puestos a opinar, hay razones y razones. Y por supuesto para cada persona su razón es la más valiosa.

Ya se sabe no hay mayor ciego que  aquel que no quiere ver, ni mayor sordo que aquel que no quiera escuchar.

Cada persona tiene un modo de ver el mundo, o como se dice en PNL o Programación Neuro Lingüistica  "un mapa" de la realidad que está condicionado por múltiples factores, sus valores personales, sus creencias, sus vivencias, su educación, etc.

Lo que es cierto es que hay personas que independientemente de que puedan tener más o menos razón, -y yo desde luego no tengo la razón siempre, y me equivoco bastante a menudo- se empeñan en buscar los tres pies al gato, y frente a eso no hay nada que hacer. Cuando se habla con alguien irracional, la racionalidad no "ha lugar".

Pues eso, discutamos, debatamos, y aprendamos, y si puede ser, seamos un poquito flexible, que hablando se entiende la gente, o "eso dicen"


Ya saben como son los "juncos de río" lo suficientemente rígidos para no partirse y lo suficientemente flexibles para adaptarse y mecerse en la corriente del río.


Por cierto ¿tú de que clase eres de los que facilitan la vida o se la complicas a los demás buscándole los tres pies al gato?




Saludos cordiales



José Miguel Gil

Coach Profesional
Psicología en la Empresa 
Gerente de  COANCO 
Presidente de  ASESCO Asociación Española de Coaching
                                                                 

domingo, 13 de enero de 2013

Ni te preparan para la vida ni la muerte.

Que soy un aprendiz de la vida, cada día lo tengo  más claro, igual que tengo claro que no nos preparan ni para la vida ni para la muerte. 

Cuando eres padre no estás preparado para esa nueva vida de la que eres responsable, que depende de ti  y que viene al mundo completamente indefenso, da igual los libros que hayas leído,  lo que sepas de psicología o los cursos a los que hayas podido asistir. Uno nunca está suficientemente preparado para ello.


Realmente cuando eres padre entiendes el significado del refrán "Cuando seas padre, comerás huevos". 

Cuando eres padre, no entiendes nada, y aunque buscas el manual de instrucciones se debió perder en algún momento de esas primeras horas del recién nacido, algo que por alguna extraña razón les ha ocurrido ha todos los padres que conozco.  



Sin embargo y a pesar de los pesares y de no saber que o como hacer,  la vida sabe como abrirse paso, y  la sonrisa de tu bebé hace que aunque haya estado llorando 12 horas seguidas, o más, (para los que dudan, les diré que es posible) hace que uno alcance el cielo cuando un ser indefenso que depende para todo de ti es capaz de mirarte y esbozar una sonrisa, eso sencillamente logra  que te olvides de todo, sencillamente es indescriptible, y es algo que solo lo pueden entender madres y padres. 




Pues bien, si no nos preparan para la vida hasta que la vives, tampoco nos preparan para la muerte. 

La muerte, que más allá de todo credo, religión, o creencia, es simplemente el fin de un proceso vital que para unas personas termina, y para otras continua de otra manera. Para esa transición ocurre igual, no tenemos manual de instrucciones, y aunque podemos leer, instruirnos  y prepararnos según las creencias de cada cual, hasta que no ocurre, no sabes cómo es, no eres capaz de destilar ni definir ese dolor que puede partirte el pecho y resquebrajar el corazón.

No sabes cómo enfrentarte a un hecho como la muerte hasta que paradójicamente "la vives", un hecho  que te deja casi tan perplejo e indefenso como un bebé durante momentos, días e incluso años en algunos casos. Con la salvedad que siendo adultos podemos hacer muchas cosas, tenemos recursos, y podemos buscar ayuda, algo que no podemos hacer siendo un bebé.


 En cualquier caso, y con 42 años no me cabe ninguna duda que cada día se aprende algo nuevo, una emoción, una experiencia, una vivencia. La experiencia de ser padre ya la conocía, la de la muerte la acabo de conocer.

Saludos cordiales




José Miguel Gil

Coach Profesional
Psicología en la Empresa 
Gerente de  COANCO 
Presidente de  ASESCO Asociación Española de Coaching