En una reunión de trabajo hoy hablábamos de "la cosa".
La cuestión es que en los tiempos en los que estamos, año 2010, (para los que no se hayan enterado), lo de prohibir no está demasiado bien.
No obstante y como os decía, debatíamos acerca de prohibir lo de "la cosa" que es la abreviatura de:
"La cosa está muy mala"
"La cosa no hay quién la arregle"...
En fin, que "la cosa" y "la crisis" que son la misma cosa (valga la redundancia), ya están un poco manidas, y que a ver si entre todos podemos encontrar una solución para intentar salir de esto, pues la verdad es que es un poco cansino.
No se trata de infudir un optimismo barato, se trata de cambiar un poco, sólo un poco, nuestro lenguaje con el ánimo de considerar otros puntos de vista.
Se trata que de tanto oir la palabra se va a insertar en nuestro cerebro de tal manera que no sólo impide, sino que limita a todas aquellas personas, que en momentos como los que corren se les ocurre montar una empresa.
Y claro, lo último que una persona que trata de emprender una aventura empresarial, ya sea en solitario (autónomo) o a través de una pequeña o gran empresa, lo último que quiere oir es eso de "La Cosa está muy mala"
Con respeto y con cariño,
Un abrazo,
José Miguel Gil
Psicólogo y Coach Profesional
Miembro de la Junta Directiva de ASESCO
Presidente de APROCOAN
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